Mayores de 60, la Generación Todoterreno
La vida cambia muy deprisa. Las costumbres de una generación son distintas de la generación anterior y, por supuesto, de la posterior. Nadie ha vivido como sus abuelos ni como sus nietos. Pero los cambios operados en nuestro mundo a partir de mediados del siglo XX han sido tan profundos que las personas que tenemos más de 60 años podemos ser considerados como “La generación todo terreno”. Las personas de mi edad tenemos el privilegio de que, a diferencia de nuestros padres y abuelos que, prácticamente, vivieron como las generaciones anteriores con unas diferencias mínimas, nuestra generación ha presenciado los cambios más brutales que ha experimentado la humanidad en todos los aspectos: trabajo, confort, comunicación, convivencia, etc. Hemos pasado de la siega con hoz, la barcina con carros y mulos y la trilla en las eras a la cosechadora...
Continuar leyendoReflexiones, por Mari Carmen Bastos
Cómo de complicada es la vida y qué complicadas somos las personas. No es que hoy me haya levantado pesimista, sino que hace días que me asaltan una serie de reflexiones. Son muchas las ocasiones en las que nos empecinamos en decir que la vida es complicada, que nos pone a prueba momento tras momento y que cada día es un reto que hay que superar. Y entonces pienso y me pregunto, por qué no le damos la vuelta a esta afirmación. La vida no es complicada, nos la complicamos nosotros; la vida no se empeña en fastidiarnos, sino que nos pone a prueba, y nos enseña cuán preparados estamos y cuáles son nuestras virtudes y defectos. Seguro que si le dedicas unos minutos a pensarlo, encuentras otra forma de resolver aquel problema que te preocupa, u otra...
Continuar leyendoEl deber más importante, por Laura Parrado
Esta semana Laura Parrado, la Dama Zahorí, nos invita a una reflexión tan profunda y coherente como necesaria, soportada en líneas de texto de excelente calidad literaria. Algunas veces, la jaula está dentro del pájaro. David Eloy Rodríguez. Estamos vivos. Lo sabemos. Lo tenemos muy claro, desde que nos amanece y nuestros pies aterrizan en el suelo de nuestro cuarto para catapultarnos fuera de la cama, hasta que nuestros pasos serenos regresan al lecho, repletos de existencia, en busca del reparador descanso que el cuerpo reclama. Entre esos dos actos tan sencillos como cotidianos media un paréntesis temporal dominado por la acción y la interacción; y no tanto como quisiéramos o deberíamos, por la meditación y la reflexión. Exageradamente mínima es la fracción de tiempo que dedicamos al monólogo interior (no entendido como “contarnos” a nosotros mismos los acontecimientos...
Continuar leyendoLas ánimas benditas, por José Herrera Rodas
He esperado con impaciencia la aparición de la segunda parte del escrito sobre los hermanos Carvajal, que elogio con sinceridad porque me parece oportuno, documentado, interesante. Pensé que versaría sobre las relaciones de los habitantes de Casariche con su señor, el Marqués de Estepa, que no fueron siempre del todo cordiales, ya que algunos paisanos nuestros se negaron, entre otras cosas, a pagarle “una gallina” cada año como renta por sus tierras, y los que la pagaban lo hacían con la peor del gallinero. En un documento, creo que despectivamente, lo citan como El Marqués del Cerro, marquesado que nunca ha existido. Ya hablaremos de esto en otra ocasión. El tema que el autor, Regeneración74, ha escogido para la segunda parte no es, repito, menos interesante y oportuno que la del primero, porque, aparte de que nos ilustra de ...
Continuar leyendoVuelta al Cole, por la nueva columnista Laura Parrado
Desde que tengo uso de razón, el inicio del mes de septiembre ha significado para mí el verdadero comienzo del año. Cada treinta y uno de agosto suponía un simbólico y desganado duelo por el verano que empezaba a despedirse, la piscina que cerraba, la playa que quedaba atrás, las vacaciones que finalizaban y la soporífera continuidad de los días que ya llevaban tiempo acortándose. Esa intensa melancolía no tardaba en ser suplantada por una nueva ilusión: la del principio de curso que, en mi entusiasmo infantil, se transformaba en una algarabía por el regreso a ese lugar donde mi espíritu hallaba una inagotable fuente de alimento: LA ESCUELA. Pese a que el contacto entre los compañeros no se perdía durante el verano (el pueblo es pequeño y nos encontrábamos en todas partes), el simple hecho de volver a...
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