Breve historia de la emigración Casaricheña en la 2ª mitad del S. XX por Fillu

Alguna que otra vez cuando me encontraba a Santiago Pérez «El Palomero» me gustaba decirle en alemán: Hallo Freund, Wie bist du (hola amigo, como estas?), él sonreía y a veces me contaba historias de cuando trabajaba duramente a veinte grados bajo cero en Alemania, anécdotas por el bohemio barrio de Sankt Pauli en Hamburgo ó cuando el gobierno alemán de la RFA le concedió la medalla de oro al mérito al trabajo a su hermano Francisco.
Siempre me llamó la atención las historias de casaricheñ@s emigrados por el mundo, forzados a abandonar el pueblo ya fuese por la necesidad de una vida mejor, el hambre o la falta de libertades de un país dictatorial y rancio.
Historias como la de Rosario González, que durante varios años se levantaba a las 4 de la madrugada recorriendo cada noche sola la ciudad de Frankfurt, para ir a limpiar las oficinas del periódico liberal Frankfurter Allgemeine, o la de otros paisanos nuestros que marcharon rumbo a Oceanía, para dejarse la piel mucho tiempo en las minas del infernal desierto Australiano del Outback.
Estas son algunas de las muchas historias de decenas de vecin@s de Casariche que emigraron a países como Alemania, Argentina, Australia, Bélgica, Francia entre otros, e incluso hubo movimientos migratorios nacionales a comunidades como Cataluña, Madrid, Islas Baleares, País Vasco, etc. e incluso regionales, portando el nombre de Casariche a otros rincones de Andalucía en temporada de recolección de fresas en Huelva, aceitunas en Jaén o en la denominada isla del arroz (Sevilla).
Nunca lo hemos estudiado y quizás debamos hacerlo más a fondo, sobre el positivo impacto económico, cultural y social de la emigración casaricheña, el esfuerzo de mujeres y hombres que sacrificaron lo mejor de sus juventudes para que hoy sus descendientes disfrutemos de un bienestar conseguido a base de coraje, valores, humildad y mucho trabajo.
Algunos lugares de trabajo, residencia y en su caso nacimiento de casaricheñ@s emigrados son:
En Alemania: Kappeln (Flensburg), Rheda wiedenbruck (Gutersloh), Bosperde, Menden, Schluckinge-Wickede, Warstein, Bochum, Colonia, Dusseldorf ó Frankfurt.
Argentina: Lobos (Buenos Aires)
Australia: Melbourne, Sidney , zonas del desierto del Outback.
Francia: Evian-les bain, region haute Savoie (lugrin), Perpignan, Beziers, Montpellier, Marsella.
Andalucía: Mazagon, Lepe (Huelva), Mancha Real, Martos (Jaén) ,La Puebla del Rio, Isla Mayor (Sevilla)
Cataluña: Barcelona, Hospitalet del Llobregat, Vilanova i la Geltrù, etc..
País Vasco: Bilbao, Rentería, Vitoria.
Madrid: Madrid, Móstoles, Alcalá de Henares.
Islas Baleares: Alcudia, Pollença, Palma, Mahon, Ibiza.
Y seguro que me dejo algunos lugares más, que el amigo lector cuando lea este artículo reconocerá en ellos algún conocid@, familiar o amig@, al que poder enviarle este artículo mediante el Facebook, email, whatssap u otras redes sociales.
He querido con estas humildes líneas, levantar un testimonio vivo de nuestra historia, y desde aquí invitar a muchos paisanos que residen en cualquier rincón del mundo, a que nos envíen su testimonio a este periódico para ser publicado, contándonos los motivos de su marcha, que fue lo que más le costó despedir, como le ha ido la vida en su nuevo hogar y porqué es tan difícil olvidarse del pueblo de Casariche, que hace humedecer los ojos de algunos casaricheñ@s cuando oyen su nombre.